PSICOLOGÍA Y ESPIRITUALIDAD

23.02.2025

Durante mucho tiempo creí que la Psicología no tenía nada que ver con la Espiritualidad, e incluso a veces, pensaba que se contraponían. Me refiero a la espiritualidad abierta, o, a la componente espiritual de una religión y no a una religión en sí misma, en cuyo caso el tema es más complejo y requeriría análisis específicos para cada una de ellas.

En mi proceso de crecimiento personal y evolución, fui poco a poco desarrollando mi consciencia sobre la Espiritualidad, al punto de llegar a darme cuenta de que ambas, tanto la Psicología como la Espiritualidad, apuntan hacia lo mismo, es decir, convergen.

De manera muy resumida, en el camino del desarrollo espiritual, el objetivo último y lo que en el fondo se busca es, encontrarse con uno mismo, con ese Ser divino que hay en uno, y que vive en armonía con sí mismo y con el entorno, todo lo cual va ocurriendo poco a poco en la medida que se va realizando ese viaje hacia nuestro interior.

Pues la Psicoterapia busca exactamente lo mismo. La Psicoterapia no busca otra cosa que llegar a ese Ser genuino y auténtico que hay en nosotros, quitando capas de condicionamientos y limitaciones generadas por el entorno a lo largo de nuestra vida (y principalmente en la niñez). Una persona que ha hecho trabajado psicoterapéutico, será una persona que tiene una mayor aceptación de si misma, un mayor amor propio, y por ende, aceptación y amor por los demás. Será una persona compasiva, que vive en armonía total consigo misma y con el entorno.

Así de simple, y así de difícil y complejo. Ambos son un camino muy largo (y difícil) de recorrer (la experiencia de vida es así, difícil por diseño o definición). Pero en términos de "comparar" la Espiritualidad y la Psicoterapia, sus objetivos son los mismos. Es decir, que en teoría, se puede llegar a ello por cualquier camino, o recorriendo ambos en paralelo, complementariamente.

Un Ser Humano, solo con trabajo Psicoterapéutico y sin ningún desarrollo espiritual, será un Ser Humano que tal vez aún le falte un último tramo en el camino hacia el encuentro con sí mismo. El trabajo psicoterapéutico le hará, ineludiblemente, plantearse preguntas profundas existenciales y, probablemente, aunque no sea consciente de ello, desarrollará su espiritualidad (no me refiero al aspecto religioso de la espiritualidad, sino a una espiritualidad pura, abierta). Y si la persona tiene sus creencias religiosas, también fundirá todo en una sola percepción psicológica y espiritual.

Por el otro lado, si una persona solo recorre el camino del desarrollo espiritual, se corre el riesgo de caer en lo que se llama el by-pass espiritual, y que es que la persona salta al plano de las creencias religiosas (o espirituales), pero sin trabajar sus aspectos de personalidad que le generan conflictos. Es decir, dicho de manera práctica, la persona busca refugio en estados de alta vibración espiritual, pero obvia y no resuelve sus conflictos "terrenales", que, típicamente, inciden negativamente en su manera de relacionarse con la gente y el mundo en general. Es por ello que muchas veces vemos a personas con un alto sentido de espiritualidad, resonando mucho con el amor y la compasión, pero que a veces vemos que hay un nivel de incoherencia en sus actos (por ejemplo intolerancias con la gente o angustias, miedos no resueltos, etc.).

Pero al final, todos tenemos nuestro propio camino, un camino individual y único, sea el que sea. Lo importante es ser conscientes de donde estamos y donde queremos estar, y trabajar en conseguirlo. O no. Eso ya queda en cada uno.

Espero que este artículo te haya gustado, que te haya hecho reflexionar y que te haya servido para al menos ir ampliando tu consciencia de ti mismo. Si quieres ahondar en esto o si sencillamente quieres dejarme tus comentarios, escríbeme a juan.riquelme.terapeuta@gmail.com.

JUAN RIQUELME - TERAPEUTA COUNSELOR - PSICOTERAPIA HUMANISTA INTEGRATIVA
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