POSICIÓN EXISTENCIAL Y DESARROLLO EMOCIONAL

27.02.2024

El desarrollo neurobiológico del bebé, depende activamente de la calidad de la interacción con la madre. Si las vivencias son positivas, de aceptación, protección y amor incondicional, el niño verá al otro y al mundo como amables y confiables, y por lo tanto desarrollará una visión del otro y del mundo alrededor, del tipo "TÚ ERES OK". Sin embargo, si el vínculo con la madre es condicional o incierto, el maltrato o la separación pueden generar miedo y desconfianza en el bebé, llevándole a desarrollar una visión amenazante del entorno, del tipo "TÚ NO ERES OK".

En contraposición a lo anterior, el niño puede interpretar que si le tratan bien es porque hay algo bueno en él, que es digno de recibir todo lo bueno que recibe, y, podrá concluir que él es OK ("YO SOY OK"). Si, por el contrario, el niño siente que le tratan mal, con agresividad, que no le tienen en cuenta, que no es importante, que no conocen ni satisfacen sus necesidades, integrará que no es valioso, no se aceptará a sí mismo y podrá concluir "YO NO SOY OK".

La combinación de ambas visiones, conformará la Posición Existencial del niño frente a sí mismo y frente al entorno, lo cual será la base de su Autoestima.

El desarrollo del mundo emocional del bebé

Inicialmente, el bebé sólo siente placer o displacer. Sentirá placer cuando experimenta que sus necesidades son satisfechas, como cuando le dan de mamar, lo atienden, lo abrazan, lo limpian, es decir cuando recibe amor parental propio de un modelo de apego seguro. De esta forma asociará el placer al Amor Parental, lo cual le dará la sensación de seguridad. Por el contrario, sentirá displacer cuando sus necesidades no son satisfechas y sienta hambre, soledad, suciedad, o, cuando el Amor Parental no esté disponible en ese momento. El bebé podrá asociar entonces el displacer a un Miedo Profundo, un Miedo Existencial, a perder el Amor Parental, lo cual el bebé lo vive como una situación perpetua, ya que no tiene percepción del tiempo y no sabe qué es pasado o futuro. Si tiene hambre, la tiene para siempre y, si está solo, será para siempre. De esta manera el displacer estará asociado al Miedo Existencial, que es el miedo a dejar de existir.

Si la calidad del apego es suficientemente buena y la madre acude pronta y sistemáticamente a las llamadas del bebé, en cuanto la necesidad del niño se ve satisfecha, éste vuelve a sentirse en el proceso de recepción de Amor. En los momentos de displacer, el bebé experimenta la falta de Amor Parental, es decir, un Miedo Existencial profundo, pero enseguida llega el Amor y el niño se conecta con mamá y su Amor. Las vivencias de Miedo se van acumulando, pero también disipando y no tendrán importancia a no ser que sean muy intensas o repetitivas.

Es así como la construcción del sistema de apego está directamente relacionado con la gestión de las emociones profundas de Amor Parental y Miedo Existencial. El Amor Parental es entonces, toda vivencia amorosa que, desde el instante de la concepción, permite desarrollarse al niño, protegido por el vínculo con la madre o su sustituto. Opuestamente, el Miedo Existencial, es elmiedo a perder el Amor Parental, y puede ser incorporado fundamentalmente de dos formas, Miedo al Abandono, o Miedo a la Invasión (miedo a ser tragado, manipulado o violado). El Miedo al Abandono es el miedo más profundo. Un niño puede aceptar ser invadido, para no ser abandonado.

Según el niño va desarrollándose y su cerebro madura, las emociones que se desarrollan a continuación de las anteriores, son la Alegría (como reacción al placer o a algo positivo), el Amor Horizontal (hacia sí mismo y hacia los demás en relación horizontal), el Poder (como capacidad de lograr algo), la Tristeza (reacción a la pérdida), el Miedo Lógico (miedo al peligro real) y la Rabia (reacción ante la agresión).

En cuanto a la Alegría, la labor de los padres es aceptar y validar la alegría del niño, compartirla, ser cómplices de ella, así como darle también un modelo referencial sobre cómo expresarla.

El Amor Horizontal se desarrolla facilitando que el niño se relacione con sus iguales.

En cuanto al desarrollo del Poder (de consecución), es importante que los padres le den al niño el espacio necesario para desarrollarla y que le refuercen sus logros.

La Tristeza aprenderá a ser expresada y regulada según los padres consuelen, expliquen y permitan la expresión de la misma al niño.

El Miedo Lógico es regulado mediante la disponibilidad, la seguridad y la protección de los padres ante la exploración de nuevas situaciones que realiza el niño, de manera que el miedo natural a lo desconocido, sea contenido por los padres y así se disipe o pierda fuerza en el bebé.

Para la regulación de la Rabia, es importante que los padres permitan la expresión de esta emoción al niño y le den un modelo de referencia sano, sin agresiones.

Es así como el niño aprende poco a poco a regular sus emociones, según va explorando y recibiendo contención emocional de la madre, lo que le ayuda a ir poco a poco asimilando el miedo y el estrés, de una manera equilibrada y sana. El mundo emocional del niño irá creciendo y evolucionando gradualmente, aunque la figura de apego seguirá siendo fundamental para su adecuado desarrollo.

El estilo de apego normalmente es reproducido por la persona en la vida adulta, como la manera en la que se relaciona con los demás y la manera en la que gestiona sus emociones. Esto puede tener consecuencias positivas en el desarrollo de la personalidad del niño, con unos padres consistentes y disponibles en atención a sus demandas, o, puede tener consecuencias negativas, si los padres no atienden las demandas del niño o incluso las rechazan, o cuya asistencia es discontinua, o se si se producen frecuentes amenazas como forma de control filial (abandono, violencia física, abuso), o, si se induce al niño a sentirse culpable de su comportamiento.

A partir de aquí, el paciente puede seguir indagando en el tipo de apego que recibió de sus padres y vinculándolo con los efectos que ello tuvo en la estructuración de su personalidad, de manera de identificar aquellos aspectos que deben ser abordados en la terapia, para realizar un re-procesamiento del estilo de apego y sentar las bases para una nueva manera de relacionarse con los demás y de gestionar sus emociones.

JUAN RIQUELME - TERAPEUTA COUNSELOR - PSICOTERAPIA HUMANISTA INTEGRATIVA
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