LOS DIFERENTES ESTADOS DEL YO
El modelo de los estados del YO es parte de la Teoría del Análisis Transaccional desarrollada por el médico psiquiatra canadiense Eric Berne (1910-1970), como una forma de explicar el comportamiento humano.
Nuestra mente funciona regida por un sistema de pensamientos, emociones y patrones de comportamiento que pueden ser estructurados en torno a tres estados: el estado del YO Padre, el estado del YO Adulto y el estado del YO Niño.
En estos diferentes Estados del YO desde los cuales funcionamos y que fueron incorporados a nuestra personalidad desde temprana edad, se pueden esconder patrones de comportamiento limitantes, creados por nuestra propia psique como estrategia de sobrevivencia en el entorno en el que nos hemos desarrollado.
El Estado del YO Padre, son un conjunto de emociones, pensamientos
y comportamientos, afines a quien fue nuestra figura parental (padre y/o madre,
o persona ejerciendo ese rol de manera permanente e influyente) en nuestra
niñez. Aunque a veces no seamos conscientes de ello, actuamos, pensamos y
hablamos, como lo hicieron nuestros padres, ya que lo hemos integrado en
nosotros como parte del proceso de crecimiento y evolución de nuestra psique y
personalidad. Esto incluye la integración de creencias culturales, tradiciones,
normas, valores, concepción del mundo y de la vida, tomada del entorno social
en el que hemos crecido, lo cual nos da un marco social en el cual
desenvolvernos para ser socialmente aceptados, aunque a veces pueda ser
limitante y tengamos que revisarlo en la vida adulta.
Desde el Estado de YO Padre, contenemos los impulsos de nuestro Niño
interior, tal y cómo lo hicieron nuestros padres con nosotros en su día, pero
ahora, ya Adultos, lo hacemos nosotros mismos, de manera autónoma e
independiente.
Existen diferentes sub-estados del YO Padre: el Padre Crítico, que puede
ser Negativo (Criticón) o Positivo (Estructurante) y el Padre Nutritivo, que es
Positivo en esencia pero que también puede llegar a ser Negativo si es empalagoso.
La función saludable del Estado del YO Padre, es la de contener
adecuadamente los impulsos motivadores de nuestro Estado Niño.
El Estado del YO Niño son un conjunto de emociones, pensamientos y
comportamientos, de nuestra primera infancia, que han quedado fijados en
nuestra mente desde entonces y que seguimos replicando en nuestra vida adulta,
tanto cuando estamos solos como cuando estamos con otras personas.
El Estado del YO Niño es muy importante, porque refleja nuestra
creatividad, nuestro encanto puro y genuino y, nuestra fuerza interior. Es el
estado del YO que refleja los sentimientos más básicos. En él, han quedado
grabadas las primeras y más intensas experiencias e influencias, que definen el
guion de vida de una persona y, por lo tanto, es también donde están
registrados los conflictos internos más profundos.
De manera simplificada, podemos hacer las siguientes distinciones en el
Estado Niño: El Niño Natural o Niño Libre y El Niño Adaptado (Sumiso o
Rebelde). El Niño Natural o
Niño Libre es la parte del estado del yo Niño desde donde se
muestran las emociones genuinas y todo aquello que es espontáneo en él. Es el
impulso vital con el que nace un niño que le lleva a vivir de manera natural, a
expresarse, explorar, aprender, crecer y desarrollarse como persona. El Niño Adaptado, es de gran
importancia para comprender nuestro comportamiento, ya que es el niño que tuvo
que adaptarse a las exigencias del entorno (los padres). En el Niño Adaptado
hay sentimientos de miedo, culpa o vergüenza. Cuando nos sometemos a la
realidad sin cuestionar si es o no lo que queremos para nosotros, estamos
funcionando desde el Niño Adaptado
Sumiso. O a veces podemos funcionar adaptándonos, pero con rebeldía, en cuyo caso estaremos funcionando
en el Niño Adaptado Rebelde. La
función saludable del Estado del YO Niño es motivar a nuestro Estado del YO
Adulto, de manera de obtener la mayor satisfacción para nosotros mismos.
El Estado del YO Adulto son un conjunto de sentimientos, actitudes y pautas de conducta, adaptadas, objetivas y apropiadas a la realidad actual y presente en un determinado momento, para lo cual utilizamos todos los recursos que hemos integrado basados en nuestra experiencia. En ésta evaluación de la situación, el Estado del YO Adulto tiene en cuenta las circunstancias de la situación, las necesidades y sentires propios y ajenos, y la propia ética. El Estado del YO Adulto es la parte de la persona que piensa, siente y actúa, tomando en cuenta los datos objetivos de la realidad presente. El Estado del YO Adulto es, en general y conceptualmente, un estado saludable.
Los tres Estados del YO, Padre, Adulto y Niño, son necesarios para un
adecuado desarrollo y funcionamiento de nuestra personalidad en todo su
potencial. Según la situación, podrá ser más adecuado funcionar desde el Estado
del YO Padre, o desde el YO Adulto o desde el YO Niño. Un proceso terapéutico apunta
a descontaminar el Estado del YO Adulto y a potenciar la integración de los
tres tipos de Estados del Yo de manera autónoma, bajo el control del Adulto
Integrado.